INCREMENTA TU PRODUCTIVIDAD
Se suele pensar que para mejorar
nuestra productividad debemos levantarse más temprano, trabajar más horas, y
regresar a casa más tarde; sin embargo, el trabajo duro no siempre es garantía
de productividad si no se realiza de manera inteligente.
Antes que el trabajo duro, la
productividad se basa en obtener más y mejores resultados en menos tiempo o con
menos trabajo, y para ello, la mejora de la productividad se puede resumir en
hacer más y mejor las cosas que nos aportan valor, y hacer menos o dejar de
hacer las cosas que no nos lo aportan.
Teniendo en cuenta la premisa anterior,
veamos a continuación 9 formas de mejorar nuestra productividad:
Establecer objetivos
Establecer
objetivos no solo nos ayuda a trazar un rumbo en la vida, sino
que también nos ayuda a determinar cuáles son las tareas o actividades en las
que debemos enfocarnos (aquellas que nos ayudan en la consecución de nuestros
objetivos).
Establece objetivos para cada área de
tu vida (por ejemplo, para tu negocio, tus finanzas personales, tus relaciones,
tu salud, etc.), de preferencia que sean específicos (por ejemplo, “aumentar
tus ingresos en un 10% para el próximo mes” antes que simplemente “aumentar tus
ingresos”), y que sean alcanzables pero a la vez desafiantes.
Enfocarse en las cosas que aportan
valor
Enfocarnos en las cosas que nos aportan
valor o que nos ayudan en la consecución de nuestros objetivos, nos permite
utilizar nuestro tiempo de la mejor manera posible.
Identifica las tareas o actividades que
te aportan valor o te ayudan en el cumplimiento de tus objetivos, y dedica tu
tiempo a éstas en orden de importancia; mientras que a las demás cosas que no
te aportan valor, te alejan de tus objetivos o simplemente te “quitan tiempo”
(por ejemplo, ver televisión), dedícales menos tiempo o deja de hacerlas.
Hacer listas de tareas por hacer
Hacer listas de tareas o actividades
por hacer nos permite saber exactamente lo que tenemos que hacer y, de ese
modo, organizar mejor nuestro tiempo.
Ya sea en un documento en tu
computadora, en un cuaderno que lleves siempre contigo, o en una aplicación
para tomar notas en tu Smartphone, haz listas en orden de prioridad con las
tareas o actividades que tengas que realizar en los próximos días, incluyendo
una lista que elabores todas las noches antes de dormir con las tareas o
actividades que tengas que realizar al día siguiente (por ejemplo, llamar a
determinada persona o buscar determinada información en Internet).
Establecer un límite de tiempo para
las tareas a realizar
Establecer un límite de tiempo para las
tareas o actividades que tengamos que realizar nos motiva en el cumplimiento de
éstas.
Siempre que te sea posible, establece
un límite de tiempo para las tareas o actividades que tengas que realizar (por
ejemplo, culminar determinado trabajo para las 5 p.m.), que no sea tan extenso
a tal punto que pueda generarte dejadez (por ejemplo, al esperar a última hora
para recién empezar a hacer la tarea), ni tan corto a tal punto que pueda
generarte demasiada presión por cumplirlas.
Hacer las cosas cada vez mejor o cada
vez más rápido
Hacer las cosas cada vez mejor o cada
vez más rápido, nos permite obtener más en menos tiempo, y disponer de mayor tiempo
libre para hacer otras cosas.
Siempre que te sea posible, desarrollar
un sentido de urgencia para las tareas o actividades que realices, y pregúntate
siempre si existe alguna marea de hacer mejor o más rápido las tareas o
actividades (especialmente las que te aportan mayor valor) que estás realizando
o que sueles realizar (por ejemplo, si puedes hacer tu trabajo habitual o
atender a tus clientes más rápido).
Aprender a delegar
Delegar nos
permite liberar tiempo que podemos utilizar para hacer otras cosas más
importantes o que sabemos hacer mejor.
En primer lugar contrata o identifica
personas competentes y confiables, y luego delégales los trabajos o las tareas
que tengas que hacer pero que no sean tan importantes (por ejemplo, las
compras) o, en todo caso, los trabajos o las tareas que no domines y para las
que ellas sean especialistas (por ejemplo, la contabilidad de tu empresa).
Aprovechar el momento
Todos tenemos un momento en que nos
sentimos más motivados, más eficientes o más creativos, que normalmente se
presenta en las mañanas al despertar aunque en realidad se puede presentar en
cualquier momento.
Identifica ese momento y aprovéchalo
para realizar las tareas o actividades más importantes o más complejas que
tengas por hacer, y deja para más tarde las tareas o actividades menos
importantes o más sencillas (por ejemplo, leer los correos o ver las noticias).
No ser perfeccionista
Al ser perfeccionistas no solo nos
tomamos demasiado tiempo en terminar las cosas, sino que también podemos
afectar negativamente nuestra salud.
Haz siempre tus trabajos de buena
calidad, busca en ellos la excelencia, pero no te obsesiones por la perfección.
Cuando estés realizando un trabajo busca el punto ideal entre calidad y tiempo
o esfuerzo empleado (el cual varía de acuerdo a la importancia del trabajo), y
en cuanto lo encuentres da por concluido el trabajo.
Adquirir la costumbre de tomar notas
Tomar notas nos permite evitar
distracciones cuando de pronto sabemos que tenemos que hacer algo, o evitar que
la memoria nos pueda jugar una mala pasada cuando queremos conservar
información o ideas.
Ya sea en un documento en tu
computadora, en un cuaderno que lleves siempre contigo, o en una aplicación
para tomar notas en tu Smartphone, adquiere la costumbre de tomar notas para
las tareas o actividades que vayan surgiendo y que por el momento no puedas
realizar, y para la información que acabas de obtener o las ideas que se te
acaban de ocurrir, y que quieras conservar.